Carla Herrera: Una historia de éxito y discriminación

Carla María Herrera Guerrero ha marcado un antecedente en Chihuahua al haber demandado penalmente al consejo directivo del Club Campestre por discriminación sexual al buscar uno de sus derechos para que le permitieran a su esposa, Lilia Victoria Aún, el acceso a las instalaciones.
En el lapso de una semana, el Club Campestre resolvió como una solución al tema expulsarla de sus instalaciones.
Este asunto de discriminación sexual, que sin duda representa un retroceso que perjudica la libre expresión y fomenta la discriminación por tener una orientación sexual diferente, es el primero en la historia de Chihuahua al que se ha visto obligada la persona agredida a interponer una demanda penal.
En el tema, la titular del Instituto Chihuahuense de la Mujer, Emma Saldaña Lobera, emitió una postura de apoyo a la empresaria Carla Herrera, quien por cierto es iniciadora de un proyecto que apoya a personas con debilidad visual, cuyo problema de salud ella lo ha padecido desde los 10 años.
Es de recordar que Herrera Guerrero fue condecorada el pasado 5 de septiembre por el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, con el Premio Nacional de Mérito Cívico por su intensa labor en favor de las personas invidentes.
En un evento celebrado en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación, el titular de la dependencia destacó que este premio es el reconocimiento del gobierno de México a personas y organizaciones que son ejemplo de lucha, esfuerzo y superación.
La galardonada Herrera Guerrero fundó en 1995 el Centro de Estudios para Invidentes A.C., en la ciudad de Chihuahua, cuyo propósito es facilitar a los ciegos y débiles visuales las herramientas que les permitan ser independientes y capaces de integrarse a la sociedad.
Lo que ocurre en Chihuahua debe preocupar a la sociedad, porque ahora fue Carla quien por ir en busca de un derecho recibió el “espaldarazo” de un grupo que no sólo la acusó de haber incumplido reglamentos, sino que la expulsó de las instalaciones del centro deportivo luego de haber demandado penalmente por discriminación a la mesa directiva al no permitir el acceso de su esposa al club.
En este caso, el antecedente se establece hace un año cuando el presidente en turno recomendó a Herrera Guerrero que inscribiera a su esposa en la categoría de niñera para que pudiera ingresar con sus 4 hijos a las instalaciones, dicha recomendación no fue tomada en cuenta y al buscar nuevamente el acercamiento la negativa persistió.
Hace falta que la sociedad chihuahuense reflexione más allá de un acto de morbosidad que pudiese representar este tema, porque sin duda la discriminación de que fue objeto Carla Herrera podría repetirse mañana cuando cualquier otro ciudadano en busca de un derecho sólo reciba una negativa que a todas luces es discriminación.
Fuente: SUMA Chihuahua