
El envejecimiento de la población es uno de los mayores retos que afrontará la sociedad mexicana en los próximos cuatro decenios. El incremento relativo de la población en edades avanzadas, que comenzó a mediados de los noventa, continuará durante toda la primera mitad del siglo XXI, en un principio a un ritmo moderado y después en forma más acelerada hasta alcanzar 28% de la población. Este cambio se traducirá en desafíos de distinta índole, como el incremento en el monto de los recursos públicos destinados al cuidado de la población en edades avanzadas, reducciones presupuestarias en otros rubros, y presiones para las instituciones públicas de seguridad social en materia de pensiones y en la atención a la salud.
La transformación en la estructura por edades de la población comprometerá también la viabilidad de las distintas formas de apoyo familiar a la vejez, sobre las que ha recaído el sostenimiento de la población en edades avanzadas en México, y obligará a profundos cambios culturales, que necesariamente habrán de redefinir el significado social de la vejez y de sus formas de integración social y cultural.
Con miras a tener un acercamiento de la problemática del envejecimiento de la población, en esta sección se muestran algunas estimaciones del INMUJERES de la situación de la población adulta mayor en México basadas en fuentes oficiales de información y en el Consejo Nacional de Población (Conapo).
El proceso de envejecimiento demográfico de México no es reversible, pues las y los adultos mayores de mañana ya nacieron. Las generaciones más numerosas, las nacidas entre 1960 y 1980, ingresarán en el grupo de 60 años y más a partir del año 2020. En el 2000, esta proporción fue de 7%, aproximadamente, aumentó a 9% en el 2010, se estimó en 12.5% para el 2020 y en 28% en el 2050, esto es, poco más de 36 millones de adultos mayores, de los cuales más de la mitad tendrá más de 70 años. El grupo de adultas/os mayores en las edades más avanzadas es el que registra mayor crecimiento: en el año 2000 representaba 43% del total de adultos de 60 años y más de edad, 46% en 2010, y se estima sea de 45.9% en 2030 y 55.5% en el 2050.
Según datos del Censo de Población y Vivienda 2010, en México había en ese año 10 055 379 personas de 60 años y más, de las cuales 46.5% eran hombres y 53.5% mujeres. La entidad federativa con mayor representatividad de personas adultas mayores fue el Estado de México, con 11.3% del total nacional, seguido por el Distrito Federal (10%) y Veracruz (7.9%)a/. Se estima que para el año 2030 la población de adultos mayores se duplique: 18% del total de la población femenina de todas las edades y 16.2% del total de la población masculina.
La vida media de las y los mexicanos se duplicó durante la segunda mitad del siglo XX, al pasar de 36 años en 1950 a 74 años en 2000. Se espera que en las próximas décadas continúe su incremento hasta alcanzar 80 años en 2050. Como ocurre en casi todos los países del mundo, las mujeres mexicanas tienden a vivir más que los hombres. Según estimaciones del CONAPO, la esperanza de vida de las mujeres para 2011 es de 77.9 años y de 73.2 para los hombres, cifras que se prevé aumenten en el 2050 a 83.6 y 79.0 años, respectivamente.
Al igual que en muchos países en desarrollo y con economías en transición, en México se observa un pronunciado envejecimiento de la población de las zonas rurales debido al éxodo de jóvenes adultos. Es cada vez más frecuente que las personas de edad tengan que permanecer en las zonas rurales sin el apoyo familiar tradicional e incluso sin recursos financieros adecuados. Las mujeres de edad en estas regiones son particularmente vulnerables en términos económicos, sobre todo cuando su función se limita a la realización de tareas no remuneradas de atención de la familia y su propia supervivencia depende del apoyo que reciban de otros, además de que suelen carecer de los servicios básicos, y los recursos económicos y comunitarios de que disponen son insuficientes.
Datos censales de 2010 indican que en localidades rurales (con menos de 2,500 habitantes) de México, vivían 26 millones de personas, de las cuales 26.1% eran adultos mayores (24.3% mujeres y 28.2% hombres). La población rural se considera vulnerable por la falta de infraestructura y los limitados servicios a que tienen acceso, condición que comparte con la población que habla alguna lengua indígena. En ese año, el total de población con esta característica era de 6 913 362 personas, de las cuales 13.9% tenía 60 años y más, sin diferencia entre hombres y mujeres. Una mayor desventaja para las mujeres es su condición de monolingüismo: mientras 15.3% de los hombres no habla español, el de las mujeres es casi del doble: 28.2%.
Los hogares encabezados por mujeres, incluidas las divorciadas o separadas, las solteras y las viudas, son más vulnerables a la pobreza. En México, en 2010, 53.8% de la población adulta mayor declaró estar casada (67% hombres y 42.2% mujeres); sin embargo, entre las personas viudas (26.6%) las mujeres casi triplicaban el porcentaje de los hombres, (37.9% y 13.7%, respectivamente), lo que corrobora la menor frecuencia de que las mujeres vuelvan a unirse después de la muerte de su pareja. En ese año, 62.3% de los adultos mayores eran jefes/as de hogar (86.8% hombres y 41% mujeres).a/ Uno de los problemas que afectan a las y los adultos mayores que viven solos es su capacidad de movilidad y de participación. En 2010 había en México 2 474 980 hogares unipersonales, de los cuales 43.2% correspondía a personas adultas mayores y, de éstas, 60% mujeres.
La participación en actividades cívicas depende de contar con credencial de elector; el registro se lleva en el padrón electoral que, a inicios de junio de 2011, tenía 15% de inscritos de 60 años y más de edad (12.4 millones de personas, de las cuales 6.4 millones son mujeres).d/ Los y las adultas mayores ejercen el voto en mayor medida que el total de la población: 78.1%% de la adultas mayores y 82.4% de los hombres de esa misma edad votaron en las últimas elecciones presidenciales, la población total lo hizo con 76.3% y 78.6%, respectivamente.
Fuente: INMUJERES