No más violencia contra las mujeres

El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la No violencia contra las Mujeres, establecido desde 1981 en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano, en honor a las heroicas hermanas Mirabal, quienes fueron perseguidas, encarceladas varias veces y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por dedicar su vida a la lucha por las libertades civiles y políticas en Dominicana, en tiempos de gobiernos militares y represores de nuestra América de la década de los 60 y cuya se extiende esa lucha, hasta nuestros días.

Es doloroso, pero alentador a la vez, que un hecho trágico se haya convertido en una luz de aliento en el camino, al lograr que la sociedad mundial conociera las entrañas de la violencia contra las mujeres y las niñas, y poco a poco de batalla en batalla, obligar a los gobiernos se hicieran cargo de ella para prevenirla, atenderla y procurar erradicarla.

Hay que decir que a pesar de que hoy en día existe un reconocimiento público de que el hecho de ser mujer no es motivo para ser discriminadas, subordinadas ni explotadas, persiste la idea, desde los círculos del poder, de que gran parte de los problemas sociales y familiares relacionados con el fenómeno de la violencia, radican en que “la mujer ha dejado paulatinamente de asumir los quehaceres de la casa, el cuidado de los hijos y la atención de la familia por salir de casa”.

Tamaña afirmación es insostenible cuando a todas luces las mujeres han sorteado por sí mismas y/o con su pareja la carestía de la vida, los bajos salarios sin prestaciones, la inestabilidad en el empleo, el cobro de colegiaturas, la pérdida del poder adquisitivo que son factores que propician un clima de violencia e inestabilidad económica familiar y donde la mujer viene a asumir una doble y hasta triple jornada de trabajo. Es por el contrario, la violencia se agrava mucho más contra las mujeres en la actualidad.

La persistencia de la lucha por la paz y la seguridad de las mujeres ha logrado crear instituciones, políticas, programas y presupuestos que aun siendo raquíticos se dirigen a combatir la violencia.

Alto índice en feminicidios

Sonora ocupa el cuarto lugar en la República de feminicidios -actos sistemáticos de violencia contra las mujeres hasta ocasionar su asesinato-; siete de cada diez mujeres sufren algún tipo de violencia, siendo más grave en edad juvenil; es la entidad con mayor discriminación a personas con discapacidad y, lo que es peor aún, se concibe a la discriminación como algo “natural”, consustancial a la convivencia social.


¡No más violencia! No bajar la guardia es la enseñanza que las hermanas Mirabal ofrecen a las mujeres en el mundo como a las de la localidad de nuestro país, de Sonora y de Cajeme, para continuar tomando en nuestras manos la decisión de participar y hacer valer nuestros derechos, exigir cuentas claras de los recursos y de las acciones dirigidas contra la violencia y contra la violencia a las mujeres.

¡No más violencia! Decidamos ser promotoras y promotores de una vida libre de violencia para preservar la vida de las mujeres y fincar nuevas reglas de entendimientos donde la solidaridad, la corresponsabilidad y la igualdad sean bases efectivas para la paz y la seguridad en la comunidad social y familiar.

Fuente: Red Feminista Sonorense