Cuando se escucha hablar sobre la trata de personas, pareciera que este tema se refiere a la ficción, pero para las más de 800 mil personas que de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), anualmente son vendidas como esclavas, esta nueva forma de sometimiento es una realidad que las priva de todos sus derechos.
De acuerdo con el Protocolo de Palermo, la trata de personas se refiere a la captación, el transporte, la acogida o recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, con fines de explotación.
En la actualidad, México se ubica entre los cinco países con mayores problemas de trata de personas, fenómeno que después del tráfico de drogas y armas, es el tercer negocio ilícito más redituable, que deja ganancias hasta por 32 mil millones de dólares al año en el mundo, según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El Informe Sobre Trata de Personas 2009 señala que la mayoría de las víctimas de Trata de Personas son mujeres, menores, indígenas y migrantes indocumentados que provienen de Centroamérica, en especial de Guatemala, Honduras y El Salvador, en tránsito hacia Estados Unidos.
Para luchar contra esta nueva forma de esclavitud, en 2007 se promulgó, la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas y se creó la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y la Trata de Personas (FEVIMTRA), dependiente de la Procuraduría General de la República, además, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) estableció el Programa Nacional contra la Trata de Personas en ese mismo año, dentro del que estableció varios comités regionales, cuyo fin es, mediante un equipo interinstitucional e interdisciplinario, atender el delito en varias regiones del país; y en septiembre de 2009, instaló el Observatorio Nacional contra la Trata de Personas.
La diputada Rosi Orozco, presidenta de la Comisión Especial de la Lucha contra la Trata de Personas de la Cámara de Diputados, ha señalado que a la fecha, únicamente 19 entidades del país tienen una Ley contra la Trata de Personas y sólo el Distrito Federal, Puebla y Chiapas han aplicado sentencias condenatorias, por lo que resulta indispensable implementar acciones efectivas para prevenir y erradicar este flagelo.
La Organización de las Naciones Unidas en un esfuerzo para combatir la trata, puso en marcha en México la campaña Corazón Azul, que pretende sensibilizar a la población y a las autoridades para luchar contra la trata de personas y su impacto en la sociedad.
De acuerdo con la ONU, el símbolo de un corazón azul representa la tristeza de las víctimas de la trata de personas, así como la insensibilidad de quienes compran y venden a otros seres humanos. El uso del color azul de las Naciones Unidas también demuestra el compromiso de la Organización con la lucha contra ese delito que atenta contra la dignidad humana.
Fuente: SUMA DF