
México necesita reconstruirse a partir de una visión de derechos
humanos, que son la única vía para superar los grandes desafíos que enfrenta el
país, aseguró Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador de Asuntos Jurídicos del
Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
Al participar en el foro “Diálogos nacionales sobre enseñanza de la
reforma constitucional en materia de derechos humanos”, en la ciudad de Xalapa,
Veracruz, el funcionario federal advirtió que existe el riesgo de dar marcha
atrás a la reforma constitucional en materia de derecho humanos, que se aprobó
hace dos años, si no la hacemos realidad, si no la implementamos.
Aseguró que esta reforma, la más importante desde la promulgación de la Constitución
en 1917, modificó diversos artículos, aunque no han cambiado mucho las
condiciones políticas, económicas y sociales para implementarla.
La reforma en materia de derechos humanos, sostuvo, no fue producto de
una concesión graciosa desde los poderes públicos, ni del gobierno, ni de otros
grupos fácticos, sino fue un logro del movimiento de derechos humanos y de la
academia de este país; “hoy esta reforma tiene que ser un instrumento que sirva
de guía para la transformación profunda del país”.
Precisó que existen tres grandes riesgos para dar marcha atrás a esta
reforma: una contra reforma legislativa, que revierta los cambios
constitucionales logrados; la judicial, que implica que los tribunales no la
apliquen, hagan una interpretación restrictiva de sus alcances o simulen aplicarla;
y, finalmente, la contra reforma académica, que se da a diario en las aulas, en
la formación universitaria, adversa a estos cambios constitucionales.
Algunas universidades, explicó, todavía hoy convocan a foros para
discutir si son derechos humanos o garantías individuales, cuando precisamente
la reforma constitucional dejó en claro este concepto. Es urgente redoblar los
esfuerzos, sobre todo desde las universidades, para hacer de los derechos
humanos un bien colectivo al alcance de todas las personas, sobre todo de los
grupos más desprotegidos del país.
El Instituto Nacional de las Mujeres busca generar, desde las
universidades de toda la República Mexicana, un gran movimiento a favor de los
derechos humanos de las mujeres, aseguró Pablo Navarrete Gutiérrez.
El funcionario federal explicó que se busca establecer una alianza estratégica con
las universidades públicas y privadas del país para impulsar el cumplimiento de
la reforma constitucional en materia de derechos humanos de 2011 y promover, de
manera particular, los derechos humanos de las mujeres.
Precisó que se busca promover en las universidades una estrategia
transversal y de largo aliento a favor de los derechos humanos y el género en
todas las licenciaturas y carreras universitarias.
Navarrete Gutiérrez detalló que se está impulsando un proyecto piloto en
Guanajuato, en colaboración con las instituciones educativas y organizaciones
de la sociedad civil del estado, para conformar un grupo de abogadas y abogados
especializados en género y derechos humanos, para que asuman la protección de defensoras
y defensores de derechos humanos, que por la naturaleza de su trabajo enfrentan
dificultades y riesgos, pero si son mujeres las que los defienden, los riesgos
son mayores.
A cambio, dijo, se les puede ofrecer a estos grupos de universitarias y
universitarios algún apoyo económico para que, vía servicio social, práctica
profesional o empleo, desarrollen un trabajo a favor de las mujeres en las
universidades u organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la promoción y
defensa de los derechos humanos de las mujeres.
El INMUJERES, recordó, tiene un Fondo Sectorial con el Conacyt para apoyar
proyectos dirigidos a la academia: “Queremos tender un puente entre las
universidades para que se haga uso de estos recursos y se pueda originar un
mayor conocimiento y difusión sobre el tema”.