Proyectos para impulsar mujeres a la ciencia

La ciencia es un territorio tan inmenso como inexplorado para una gran mayoría de las mujeres, a pesar de que hay muchos ejemplos brillantes de la capacidad femenina en este ámbito, en el que, como en muchos otros, las mujeres son minoría.

En la lucha por romper las barreras que les impiden participar de manera más activa en este campo sobresalen los países europeos, entre ellos Dinamarca, con el Proyecto Twist, cuyo objetivo es reducir los prejuicios sociales provocados por la desigualdad de género y sensibilizar al público sobre las barreras con las que se enfrentan las mujeres para sobresalir en la investigación.

Al respecto, Anja Andersen, reconocida astrofísica danesa, manifiesta que debe huirse de los prejuicios acerca de las mujeres científicas y establecer modelos de conducta en las mujeres jóvenes interesadas en la ciencia y reconoce la importancia del proyecto que arropa a mujeres de todos los países europeos, en un ejemplo de diversidad y compañerismo, unidas por su vocación y amor a la ciencia.
En Europa hay más científicos que científicas, sobre todo en las áreas de las matemáticas y la ingeniería, debido a la falta de apoyo para hacer una carrera en la ciencia, lo que ocasiona que se pierda mucho talento.
Sheena Laursen, coordinadora de Twist, afirma que de acuerdo con los estudios, las mujeres están tan interesadas en las disciplinas científicas y son tan capaces como los hombres, sin embargo elegir ser investigadora sigue siendo poco frecuente entre ellas.
Una manera de comprobar los prejuicios es haciendo preguntas, por lo que Laursen utiliza a Twisty, un muñeco manejado por control remoto, que plantea cuestiones sobre el papel de la mujer en la sociedad.
Otro país preocupado por una mayor incorporación femenina a las disciplinas científicas es Hungría, donde la Universidad de Óbuda es uno de los principales centros de investigación en informática e ingeniería, pero faltan alumnas, por lo que se ha creado el proyecto Gendera, que intenta fomentar estos estudios entre las jóvenes estudiantes y las invita a visitar sus laboratorios y aulas.
Una de las diferencias entre ambos sexos respecto a la ciencia, según el profesor Kutor László, de Óbuda, es que las mujeres ven el mundo de manera diferente que los hombres, y suelen tener en cuenta más cosas, por lo que la ciencia es un gran campo de oportunidades para las mujeres.
Además del desarrollo profesional, la apertura de mayores oportunidades en este ámbito tiene otros beneficios, como el empleo, ya sea en áreas de investigación o docencia, ya que en la actualidad, la mayoría de los docentes son varones.
Aceptar que tanto hombres como mujeres somos diferentes, pero con iguales capacidades, es un gran avance en el camino hacia la igualdad en cuanto a la ciencia e investigación, áreas muy demandantes, por lo que la decisión de optar por ellas es difícil para las estudiantes que se ven en la encrucijada de elegir entre su vida personal y profesional, por ello hay que continuar con el esfuerzo de incentivarlas para que cada vez más formen parte con éxito de la comunidad científica.

Fuente: Suma DF