El presidente Barack Obama consiguió un apretado triunfo
sobre su rival, el republicano Mitt Romney, en una de las más disputadas
elecciones del vecino país, en donde el voto femenino fue determinante para
lograr la reelección del primer presidente de color en la historia de Estados
Unidos.
Además de significar un paradigma, Barack Obama se ha
distinguido por sus campañas vanguardistas, en las que el uso de las redes
sociales fue un factor determinante en su triunfo.
Obama ha sido también uno de los primeros en comprender la
fuerza que representa el voto femenino, con 55 por ciento del total de votantes
en Estados Unidos, donde, como en la mayoría de los países –incluido México-,
son las mujeres quienes sufragan en mayor proporción y es entre ellas que se
cuenta el mayor número de indecisos ,y por lo tanto, la clave del triunfo.
En el último debate entre ambos candidatos, los temas que
más preocuparon a las mujeres fueron los relativos a la equidad de género, los
derechos reproductivos, la división sexual del trabajo y la relación equitativa
del poder entre hombres y mujeres, temas a los que por tradición los candidatos
del Partido Demócrata son más sensibles, como lo demuestra la legalización del
aborto, alcanzada en 1973 e impulsada por ese organismo político.
Este tema, tan sensible por sus repercusiones sociales y
económicas, fue abordado de distinta manera por republicanos y demócratas, ya
que mientras los primeros abogan por el derecho a la vida desde la concepción
mediante la prohibición del aborto bajo toda circunstancia, los políticos
demócratas reconocen el derecho a decidir sobre la propia capacidad
reproductora, incluyen el costo de los anticonceptivos en la obligatoria
cobertura médica de Obamacare y defienden el aborto legal para evitar la
maternidad forzosa.
En cuanto a las propuestas por la equidad salarial, la
ley “Lily Ledbetter” -fue la primera
legislación firmada por Obama después de su triunfo en 2009-, defiende la
equidad salarial entre los géneros, basada en la afirmación de ser una cuestión
de justicia económica y de género.
Las mujeres también hicieron sentir su fuerza en la elección
de los legisladores, principalmente en el Senado, en el que el Partido
Demócrata conservó su mayoría, además de elegir a candidatas con una fuerte
presencia como Elizabeth Warren, docente de la Universidad de Harvard; Tammy
Baldwin, candidata por Wisconsin y abiertamente homosexual; Mazie Hirono,
aspirante al Senado por Hawai, quien alcanzó una incuestionable victoria del 63
por ciento sobre Linda Lingle, y Claire MacCaskill que se impuso al ultraconservador
Todd Akin.
El resultado de las pasadas elecciones refleja claramente
que las mujeres se han constituido en un factor determinante para los
candidatos a cargos de elección popular, por lo que éstos están obligados
a incluir propuestas que incluyan una
perspectiva de género real y, más importante aún, cumplirlas.
Fuente: SUMA DF