Existen avances que dan esperanzas
para lograr el pleno reconocimiento de los derechos de las mujeres: el marco
jurídico es una garantía de estos derechos, así como la creación de
instituciones específicas para la atención de distintos grupos de mujeres y el
creciente presupuesto etiquetado, aseguró Lorena Cruz Sánchez, presidenta del
Instituto Nacional de las Mujeres.
Al participar en el “Encuentro
Internacional por la Igualdad y la No Discriminación. Hacia un futuro de
igualdad”, la funcionaria federal destacó que el gobierno del presidente
Enrique Peña Nieto tiene hoy una poderosa herramienta para impulsar el avance
de las mujeres, que es la perspectiva de género como una de las tres
estrategias transversales del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.
Además, dijo, el acuerdo 1-2013 de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público que señala la obligatoriedad de tener
el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación
contra las Mujeres antes que los programas sectoriales, institucionales,
especiales y regionales, con el propósito de que sus objetivos, estrategias y
líneas de acción sean de observación obligatoria en todas las dependencias y
entidades federales.
Sin embargo, señaló que la
discriminación de la que todavía somos objeto muchas mujeres invalida
diariamente el derecho a la igualdad, a vivir sin violencia y a tener
aspiraciones.
Agregó que la discriminación por razón
de género y la desigualdad están entre las causas estructurales de la violencia
contra mujeres y niñas, así como de sus múltiples expresiones.
Recordó que seis de cada diez mujeres mayores de 15 años han sufrido violencia por parte de su pareja: “la cifra casi duplica la del Informe de la Organización Mundial de la Salud presentado la semana pasada, que señala a la violencia de género como un problema de salud pública que afecta a más de un tercio de mujeres en el orbe.
La discriminación, indicó está en la base de los peores delitos contra las mujeres: el feminicidio y la trata de mujeres y niñas, dos flagelos que deben ser castigados ejemplarmente.
Recordó que seis de cada diez mujeres mayores de 15 años han sufrido violencia por parte de su pareja: “la cifra casi duplica la del Informe de la Organización Mundial de la Salud presentado la semana pasada, que señala a la violencia de género como un problema de salud pública que afecta a más de un tercio de mujeres en el orbe.
La discriminación, indicó está en la base de los peores delitos contra las mujeres: el feminicidio y la trata de mujeres y niñas, dos flagelos que deben ser castigados ejemplarmente.
Cruz Sánchez puntualizó que la
discriminación coloca a las mujeres en posiciones desventajosas en el contexto
familiar, laboral, comunitario y social: “Nos coloca lejos de la justicia; del
trabajo decente o al menor remunerado; de la cultura y de la salud, las muertes
maternas son ejemplo de ello”.
La discriminación, aseveró, nos aleja
de la educación como inversión para la inserción laboral, de la propiedad de
nuestra casa o de la tierra; impide que accedamos a recursos económicos propios
y, desde luego, hace diferencias en cuanto a obligaciones y responsabilidades.
La presidenta del INMUJERES manifestó
que la discriminación se evidencia en menores ingresos económicos para las
mujeres, en el escaso número de mujeres empoderadas en el ámbito empresarial;
en la participación política y toma de decisiones; en su participación en el
los tres Poderes, entre otros.
Finalmente, Cruz Sánchez reiteró el
compromiso del INMUJERES para construir e impulsar estrategias dirigidas a
erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas.